El día se porto bien y puso unas nubes muy fotogénicas, el viento en calma y el silencio solo roto por el ruido de la marea, invitaba a quedarse un rato más pero había que irse antes de que oscureciese, ya que el camino no es precisamente bueno.
Lunes por la tarde, después de una pista solo para 4x4, se llega a estas abandonadas salinas, la soledad y el ruido de las holas, hacen del lugar un sitio maravilloso y para más inri fotográfico.